James y el Melocotón Gigante. Autor: Roald Dahl. Jairo. Ilustrador: Quentin Blake. Editorial: Loqueleo.
James y
el melocotón gigante es un
libro escrito por Roald Dahl. Este escritor nació en 1916, en Gales, y vivió en
Inglaterra. El título original del libro es James and the Giant Peach, y
sus ilustraciones son de Quentin Blake, las cuales me parecen que son
divertidas, dan miedo y tristeza, y hacen la narración más entretenida.
La historia
trata de un niño llamado James, que perdió a su papá y su mamá por un
rinoceronte y tuvo que vivir con sus tías llamadas Speaker y Sponge, las cuales
son muy malas y lo maltratan. Un día caluroso, las tías le dicen que tiene que cortar
leña, mientras ellas toman limonada. Un hombre misterioso le da a James unas
bolas mágicas y como luego se tropieza, se riegan en el jardín de la casa de las
tías. Luego, un melocotón gigante crece. James se mete dentro del melocotón y
se hace amigo de siete bichos: un ciempiés, un gusano de seda, un saltamontes,
una araña, una mariquita, una luciérnaga y un gusano. Juntos, empiezan muchas
aventuras y deciden viajar a Nueva York. Cuando llegan, la gente piensa que es algo
extraño, y todos celebran cuando el melocotón cae.
Me
impresionó que las bolas que le dieron a James, hicieran que creciera un árbol
con un melocotón gigante. También me sorprendió que los bichos fueran tan
grandes y se hicieran amigos de James. Y me asombró que unas gaviotas lograran
soportar el peso de todos ellos.
Me interesó
que James se encontró con los Nubícolas, pues me impresionó que existieran
personas peludas en las nubes con la misión de hacer granizo. Me pareció
sorprendente que, con solo dos pasos, excavar nubes y aplastarlas como una
bola, puedan hacer que se forme granizo, aunque para mí son muy poquitos para hacerlo
posible. Cuando pasé por esta parte de la historia, sentí que ellos eran
buenos, pero después medí cuenta de que no lo eran porque los Nubícolas casi
matan a James y a los siete bichos, tirándoles las bolas de granizo. Eso no me
gustó, ni que James y los bichos molestaran a los Nubícolas, porque eso provocó
una pelea. Nunca había escuchado la palabra “nubícolas”.
Este libro
vale la pena leerlo porque aprendes a ser valiente y a saber que en la vida
siempre nos encontraremos con alguien como las tías de James. También, porque
tiene muchas aventuras emocionantes, como la del final y otras en las que el
protagonista y los bichos estuvieron a punto de morir, como en el capítulo de
los Nubícolas y cuando las gaviotas se estaban comiendo el melocotón.
Mi aventura favorita es cuando James va a Nueva York y se libra de sus
tías medio brujas. La parte en que me sentí triste fue cuando las tías tomaban
limonada en un día caluroso, mientras James cortaba leña y lo miraban para que
no parara, pues de lo contrario lo castigaban.
Leí sobre Roald Dahl y encontré que se le murieron los papás, y eso es
lo mismo que le pasa a James con sus padres.
Reseña escrita en noviembre de 2024 por:
Mariangel Bonilla Tapiero (7 años de edad)
Gimnasio Los Ángeles – Neiva
Grado segundo
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